lunes, 17 de noviembre de 2014

CENTRO Y CAMPO DE LAS RELIGIONES




BUDISMO
Religión de gran importancia a escala mundial, fundada en el noreste de la India. Se basa en las enseñanzas de Siddhartha Gautama, más conocido como Buda o El Iluminado.
Se originó como un movimiento monástico dentro de la tradición brahmánica dominante en aquel entonces, aunque rápidamente el budismo se fue desarrollando en otra dirección, adquiriendo características propias. Buda no sólo renegaba de algunos aspectos muy significativos de la filosofía hindú, sino que también desafiaba la autoridad de sus sacerdotes, no aceptaba la validez de las escrituras védicas, y estaba en contra de los sacrificios al culto en los que se basaban estas escrituras.

ISLAM
Importante religión a escala mundial, originaria de la península de Arabia y basada en las enseñanzas de Mahoma (570-632), llamado el Profeta. La palabra árabe islam significa 'entregarse' en la acepción literal, pero el Corán establece su sentido religioso, "someterse a la voluntad o a la ley de Dios". La persona que practica el Islam es un musulmán (del árabe muslim, 'el que se somete a Dios'). Según el Corán, el Islam es la religión universal y primordial, incluso la propia naturaleza es musulmana ya que obedece de modo automático las leyes que Dios ha establecido en ella. Para los seres humanos, que tienen libre albedrío, la práctica del Islam no implica obediencia sino la aceptación libre de los mandamientos divinos.

JUDAÍSMO
Religión monoteísta basada en las doctrinas del antiguo testamento. Es una de las religiones más antiguas de la historia.
Considerando su rica y compleja tradición religiosa, el judaísmo nunca ha sido una organización monolítica, aunque sus distintas formas históricas han compartido ciertos rasgos distintivos. La principal característica común es la del monoteísmo radical, es decir, la creencia de que un solo Dios trascendente creó el Universo y que, afortunadamente, continúa gobernándolo.

CRISTIANISMO
Religión monoteísta, la más extendida en el mundo debido a los más de 1.700 millones de personas que la profesan.
Uno de los elementos esenciales lo constituye el protagonismo de la figura de Jesucristo. Ese protagonismo es, de uno u otro modo, el rasgo distintivo de todas las variantes históricas de la creencia y práctica del cristianismo. Los cristianos no han logrado llegar a un acuerdo sobre la comprensión ni sobre la definición de qué es lo que hace que Cristo sea tan característico y único. Desde luego, todos coinciden en que su vida y su ejemplo deberían ser seguidos y que sus enseñanzas referentes al amor y a la fraternidad deberían sentar las bases de todas las relaciones humanas. En las enseñanzas del cristianismo, Jesús no puede ser menos que el supremo predicador y ejemplo de vida moral, pero, para la mayoría de los cristianos, eso, por sí mismo, no hace justicia al significado de su vida y obra.

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